Exposición: BUENA SOMBRA QUE COBIJA
MONTILLA.
Comienza el verano y cuando la mayoría de las salas de exposiciones terminan su temporada, hemos creído oportuno preparar esta muestra estival, en este espacio de la Casa del Inca Garcilaso de Montilla. Aquí -bajo el frescor de las bondadosas sombras que encierra esta casa palacio, al abrigo de los encalados muros, en el silencio de los patios, en el remoto sueño de su esbelta palmera, mudo testigo en las largas noches de verano, de tantas conversaciones y charlas sobre vino, música, literatura o arte- , en este singular espacio, curioso amigo, estás convocado.
Con la modestia necesaria pero con el justo orgullo, los artistas plásticos muestran en ésta ocasión, como en otras, su constante ir y venir, su trajín cotidiano, su tropezar con la misma piedra o mejor dicho, su constante auscultar las mismas piedras, las obsesiones de siempre y de ahora: pulir la obra, decantarla, esencializarla, despojarle del lastre de lo accidental para que libre vuele lo definitivo o buscar la ensoñación y la magia en mundos de fantasía en espacios nuevos y nunca ollados.
Todo ello son intentos, ellos lo saben, pero siguen con la ilusión infantil de dar esa estocada justa de luz, esa pincelada feliz, esa acción resolutiva que fije la obra en letras de bronce sobre el mármol del tiempo. Esta es la tarea. Aquí está el tajo. Aquí dispuesta está la herramienta. Que vengan las musas, pues ellos están al pie del cañón. Decía Picasso: “la inspiración cuando llega, nos debe encontrar trabajando”.
Pues bien, estos son los trabajos de los artistas: Rafael Aguilar, Antonio Algaba, Joaquín Castaño, María Dohijo, Gaspar Jiménez, Luque Duque, Clara Monereo, Manolo Portero y Julio Yusti. Sólo esperamos la aquiescencia tuya, el modesto homenaje de tu presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario